Zapatillas de pádel: lo que nadie te explica sobre cómo elegirlas bien

Publicado: Junio 12, 2025

Mucho más que agarre y diseño: por qué el calzado adecuado define tu experiencia en pista

Si hay algo que un jugador de pádel toca en cada punto —además de la pala— es el suelo. La conexión entre tu cuerpo y la pista se da a través del calzado, y eso lo convierte en un elemento crítico. Sin embargo, muchas personas aún creen que cualquier zapatilla sirve. O peor: que basta con que se vea bonita o tenga descuento. Y es ahí donde empieza el problema.

Escoger mal tus zapatillas de pádel tiene consecuencias directas: más lesiones, peor rendimiento, incomodidad, e incluso una experiencia frustrante. Pero no es solo una cuestión de evitar errores. Entender cómo y por qué elegir bien te permite jugar más fluido, sentirte más seguro en la pista y alargar la vida útil de tu equipamiento.
Este artículo no va de modelos concretos ni de rankings de “las mejores zapatillas del año”. Aquí vamos a profundizar: por qué algunas elecciones fallan, qué deberías tener realmente en cuenta, y cómo conectar tu estilo de juego con el calzado adecuado. Todo con una visión realista y práctica que va más allá del marketing.

Lo que ocurre cuando usas zapatillas inadecuadas para jugar al pádel

Muchos jugadores llegan a la pista con zapatillas de running, zapatillas de tenis o incluso zapatillas urbanas. Es una decisión que parece inofensiva, pero que tiene efectos inmediatos: inestabilidad en los desplazamientos laterales, frenadas ineficientes, deslizamientos inseguros y sobrecarga muscular. Porque no, no todas las zapatillas son iguales.

Las zapatillas de pádel están diseñadas específicamente para resistir y adaptarse a movimientos multidireccionales, saltos cortos, cambios de ritmo y pistas con arena. No ofrecen solo agarre, sino también control en el deslizamiento, soporte para los tobillos y estructuras pensadas para minimizar impactos en articulaciones como rodillas, tobillos y lumbares. Usar un calzado no específico es como querer jugar con una pala de playa. Puedes hacerlo, pero no vas a sacarle provecho ni vas a durar mucho sin molestias. Y eso nos lleva a un segundo punto: muchas personas sí eligen zapatillas de pádel… pero lo hacen mal.

Una buena zapatilla no sirve si no es la adecuada para ti

Uno de los errores más comunes es comprar por lo que “se lleva” o lo que usa un jugador profesional. Pero tu realidad no es la misma que la de un jugador del World Padel Tour. Ni tu peso, ni tu frecuencia de juego, ni la superficie en la que juegas, ni tu técnica. Las necesidades cambian y, con ellas, el tipo de zapatillas de pádel que te convienen.

Pongamos un ejemplo: si sueles jugar en pistas con mucha arena, elegir una suela Omni (con puntos pequeños) puede resultar un error. Esta suela genera un agarre excesivo, lo que impide deslizar con seguridad y aumenta el riesgo de lesiones. En esos casos, la suela Clay (en espiga) es mucho más eficaz porque permite un deslizamiento controlado, diseñado para ese entorno.

Otra variable es el tipo de jugador que eres. ¿Sueles estar cerca de la red, haciendo movimientos cortos y rápidos? Entonces necesitas una zapatilla reactiva, con buena flexión en el antepié. ¿Prefieres jugar en el fondo, cubriendo más pista? Ahí te conviene mayor amortiguación y estabilidad lateral. El error aquí no es tanto el modelo, sino la falta de conexión entre tus necesidades reales y lo que compras.

Qué debería darte una buena zapatilla de pádel (y cómo saber si lo estás recibiendo)

Una zapatilla de pádel realmente adecuada tiene que cumplir cuatro funciones básicas, más allá del diseño:

  1. Estabilidad lateral. La mayoría de lesiones en pádel no se producen hacia adelante o atrás, sino en desplazamientos laterales. Si una zapatilla no tiene una buena estructura en los costados —refuerzos rígidos, chasis ancho, contrafuertes firmes—, el riesgo de torceduras aumenta.

  2. Amortiguación adaptada. No se trata de que sea blanda o dura, sino de que amortigüe donde y como tú lo necesitas. Un jugador con más peso o con problemas articulares debe buscar mediasuelas con espuma EVA o gel de absorción. Pero si eres rápido y técnico, necesitas una amortiguación que no reste reactividad.

  3. Agarre controlado, no bloqueo. El agarre es importante, sí. Pero más importante aún es poder deslizar con control. Una suela que frena en seco en cada paso desgasta más el cuerpo y reduce la fluidez del juego. Por eso, el dibujo de la suela y el material de la goma marcan una diferencia real.

  4. Transpirabilidad y ajuste cómodo. Si tu zapatilla se recalienta por dentro o el pie no va bien sujeto, tendrás ampollas, fatiga prematura o deslizamientos internos que afectan tu seguridad. Busca tejidos técnicos, lengüetas integradas y ajustes que se adapten a la forma de tu pie sin apretarlo.

Y una pista clara: si después de jugar te duelen los tobillos, las rodillas o los pies… algo está mal en tu calzado. Aunque sea nuevo. Aunque sea caro. Aunque sea bonito.

Modelos que entienden lo que el jugador necesita

El mercado de las zapatillas de pádel ha evolucionado mucho en los últimos años. Ya no se trata solo de marcas reconocidas, sino de gamas técnicas pensadas para diferentes estilos de juego, niveles y necesidades físicas. Joma, por ejemplo, ha ganado terreno ofreciendo modelos con excelente relación calidad-precio, sin descuidar la tecnología aplicada al rendimiento.

Un buen ejemplo son las Zapatillas Joma Roland Men 2024, diseñadas con un perfil polivalente, gran estabilidad lateral y una suela con dibujo en espiga ideal para pistas con arena. Es un modelo que responde bien tanto para jugadores intermedios como para quienes están dando el salto a un nivel más avanzado y buscan una zapatilla resistente, estable y cómoda.

Por otro lado, las Zapatillas Joma Slam Blanco 2024 destacan por su combinación entre amortiguación y firmeza. Cuentan con una estructura robusta, pensada para soportar entrenamientos frecuentes, y una estética limpia que no pasa de moda. Son perfectas para quienes priorizan durabilidad sin renunciar a buen agarre y soporte articular.

Ambas opciones demuestran que se puede acceder a zapatillas de pádel bien diseñadas, con materiales técnicos y a un precio razonable, sin comprometer la seguridad ni el rendimiento.

Las zapatillas de pádel no son un accesorio más. Son el punto de contacto entre tu cuerpo y el juego. Elegir bien no te va a dar magia con la pala, pero te va a permitir moverte con seguridad, reducir el riesgo de lesión y concentrarte en lo importante: disfrutar del partido. No te dejes llevar por lo que lleva otro, por el precio o por el color. Piensa en cómo juegas tú, en lo que tu cuerpo necesita y en qué superficie pasas más tiempo. Una elección informada siempre es una elección más barata a largo plazo. Y recuerda: cuando eliges zapatillas, en realidad estás eligiendo cómo te vas a mover, cómo vas a reaccionar y cuánto vas a disfrutar del pádel. Y eso —más que la pala o la camiseta— es lo que realmente marca la diferencia en cada punto.